Este cuento me encanta. El país de las pulgas se lo regalaron a Victoria nuestra amiga y vecina Carolina, en diciembre, cuando viajamos a Venezuela. Fue un regalo acertado, para ella (porque desde el primer momento le encantó) y para mi, pues deja una bonita moraleja, de una manera sencilla para los niñ@s y adultos:
«En el país de las pulgas, como en cualquier otro país del mundo, no se escoje: se nace como se nace, cada cual diferente del otro»
Una bonita elección para los niños, por la calidad de sus ilustraciones y por el contenido.
Ahora que viene La Navidad, Los Reyes y tantos momentos en los que dar y recibir regalos es común, los cuentos son una buena opción. Y este me encanta porque aprender a respetar las diferencias entre las personas (y entre las pulgas) se aprende desde muy pequeño…
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