
Fronteras
Fronteras
La guerra tiene otro color cuando conoces la cara de las personas. Le sorprendió saber que Mohamed venía de la guerra, pero el recuerdo de su risa le ganó a la imagen del miedo.
Hablamos de la frontera.
Su cara era de auténtico desconcierto pensando que las personas no podemos transitar libremente de un país a otro. Creo que en un principio no me creyó.
Hablamos de nacionalidades, pasaportes y visas.
La cara se ensombreció, pues darse cuenta de los límites de la humanidad, entristece el alma. Y saber que sus seres amados necesitan permiso para venir a verla y que no pueden decidir si quieren quedarse más tiempo, le causó confusión.
Hoy hemos hablado tambien de la paz, y de que las fronteras pueden estar en los mapas, pero no en las cabezas ni en el corazón.
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